¿Con barba o sin ella? Lo que hoy parece una pregunta sencilla, no siempre fue así. A lo largo de la historia, la barba se ha prohibido, se ha impuesto, se ha gravado, se ha dejado para ocultar heridas, ha simbolizado valentía, respetabilidad, sabiduría, virilidad, autoridad o simplemente se ha afeitado: de forma obligada o voluntaria. Hoy en día, para algunas personas, es algo más que una simple cuestión estética: representa una forma de vivir, una identidad.
Iconos de barbas y bigotes en la industria cinematográfica
Esa identidad que otorga una barba o bigote también es esencial a la hora de dar vida a un personaje. Hemos visto barbas tan cuidadas como la de Jake Gyllenhaal o tan poco como la de Robbie Coltrane en su papel de Hagrid en la saga de Harry Potter. Pero, haciendo un breve repaso a las barbas icónicas del cine, encontramos el gusto en la variedad, y no deja de generar una y otra vez nuestra primera cuestión: la comparativa entre las estrellas y ellos mismos sin vello facial.
Perillas. Como la de Orlando Bloom en Piratas del Caribe, muy parecida a la del siempre atractivo Johny Depp. Robert Downey Jr., en su papel de Tony Stark, muestra su brillantez también con la cuchilla de afeitar. En otros casos, hay perillas relativamente descuidadas pero queridas, como las de Jeff Bridges en la película El Gran Lebowski.

Barbas: De los actores que más aparecen comparaciones, uno de ellos es Chris Hemsworth. El intérprete, considerado uno de los más atractivos del planeta, hace honor a la fama con o sin barba aunque la verdad que más de uno podría pensar que la barba le aporta todo aquello que le falta a su afeitado: madurez y sabiduría. Bradley Cooper hizo temblar con su fragilidad en Ha nacido una estrella y Russell Crowe en Gladiator, no así en Noé, da ejemplos de cómo lucir una barba ejemplar en nuestro recorrido por las barbas de cine.
No podemos obviar a Hugh Jackman como Wolverine, también haciendo un uso de las cuchillas muy particular. Jason Momoa suele llevar una barba poblada que se recoge para representar el personaje de Khal Drogo. No sé sabemos cómo serían las barbas vikingas, pero desde luego Travis Fimmel en su papel de Rathnar Lothbrok sabe cómo lucir una barba muy hipster para su época, por lo menos al inicio de la serie. Hemos visto incluso a Salma Hayek haciendo gala de una hermosa barba en El circo de los extraños.
Bigotes. Hay bigotes icónicos como el de Chaplin, que sobrepasó en fama al de otros elementos con el mismo carácter representando también una crítica social y política en forma de un humor eterno e internacional, o el de Burt Reynolds, ejemplo de virilidad entre hombres de varias generaciones. Viggo Mortensen en Jauja emprende la búsqueda con su imponente bigote muy similar al de Kurt Russell en Los ochos odiosos, al que también acompaña una sutil barba en sus aventuras por el lejano oeste.
Haremos también, para finalizar, una breve mención a las cejas que, además de dar mucho que hablar, se pueden llevar con mucho estilo. Es el caso de Luis Tosar que demuestra que unas cejas pobladas pueden ser símbolo de atractivo o las de Jon Kortajarena que forman casi un triángulo perfectamente inconcluso. También están aquellos que se olvidaron de la perpendicular como la querida Frida Kahlo o como Andy Kaufman, pero que, definitivamente, merecen más elogios que críticas.